29.8.05

Skyscrapers rise between us
keeping me from finding you
if the concrete architecture
dissapeared there'd be so few
of us left to navigate and
defend ourselves from the tide

- Scissor Sisters.

tormenta

Una voz a cada luz, el viento mueve las hojas para pegarlas en mi ventana: marco del exterior sepia. Pareciera que el agua me hablara, esa que cae a la hoya desde la gotera y la que pega con la banqueta y el parabrisas, y todas las gotas se vuelven dicciones, sonidos, profecías.
Los carros apresurados buscan un refugio para su gente, las sirenas comienzan a oírse, los instrumentos se multiplican. Yo la oigo a ella, oigo al agua que se mueve y me canta, que podría decir tanto y yo no entiendo pero escucho, como quien escucha un idioma que está a punto de olvidar.

26.8.05

un mal día

Cuando no ha ido bien el día y pareces esforzarte para empeorarlo, veo el tenedor en la mesa y recuerdo a Jennifer Connelly en Requiem, quiero hacer con él lo mismo que ella. Limpio la mesa de centro, me pone triste que no haya polvo.
Los movimientos que persisten mientras duermes, tus pies resguárdandose del frío entre los míos, me hacen sentir más sola que acompañada, como la arena del fondo en que se clavan las anclas. Entonces le doy la razón a Fito: dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado.
Ya no eres el mar y los saludos, y todos los barcos; en un día como éste dejas de serlo, Samuel, porque yo me convierto en un malecón sin pasos, sin niños alimentando focas, con nada más que peces muertos y madera mojada.

25.8.05

tomar distancia

Puedes llamarme, de todas maneras ya estoy más cerca.
¿Más cerca de qué, comandante? Si cuando te pienso me acuerdo que intentaste enseñarme cosas importantes, el dinero, por ejemplo, uno vale madre sin dinero, me dijiste mientras abotonabas el Brioni, yo pequeña te observaba: un traje a la medida, un olor a caballero y zapatos de piel. Entonces mi brazo se estiró vertical y rozó tu espalda, desde ese momento comencé a tomar distancia.

cuánto falta

Sería terrible saber en dónde acabas (a esto pediría un jamás), cuánto me queda en ésta ciudad, ver lejos las canas. No quiero saber cuándo, quiero aguantar, decirme calma, Paloma, se irá rápido. Y no importa si pasan años y repito lo mismo: a cada segundo estaré alejada.

calma, Paloma, se irá rápido.


tranquila, no falta tanto.


paciencia, Paloma, ya casi.


esto no puede ser para siempre.

flor de fuego.

A las mismas dos de la tarde en que me siento a esperar, un colibrí vuela sobre la flor que mamá insiste en llamar de fuego. Y yo la veo como la flor y el fuego que es ella, sutil, roja y abrasadora.

24.8.05

Mi amigo nunca me daba explicaciones. Tal vez me creía parecido a él. Pero yo, desgraciadamente, no sé ver corderos a través de cajas. Soy quizá un poco como las personas mayores. Debo haber envejecido.

- Antoine de Saint-Exupéry.

23.8.05

mesa para dos.

El mesero se rehusa a entender que no espero a nadie, que escogí el lugar porque me gustan las esquinas. Se lo digo no sé cuántas veces: Vengo sola. No, no espero a nadie. Éste martes es la mesa para dos con una silla vacía.

21.8.05

Allá

los cielos escapan, con un disparo la memoria se diluye: ojalá hubiera manera de quedarme.

20.8.05

no a mí

Cruzando bajo la falda mis piernas, entre las voces de los amigos y la música y los cigarros; en mis ojos que parpadeaban por inersia y mis monosílabos como perenne respuesta, lo que faltaba, la que permanecía extraviada era yo. Me había ido a pensar qué estabas haciendo, si en éste momento, en otras circunstancias, estaríamos haciendo algo juntos. Entonces me doy cuenta, Samuel: te llevaste a dos (quizá tres), me llevaste en el bolsillo de tu abrigo ese día. El día en que no supe bien la manera y te fuiste porque querías a alguien que te encontrara. No a mí, no a una mujer que prefiere esconder las cosas para no acostumbrarse a ellas.

for a minute

...the sky pours into the hole like plasma.
There is no hope, it is given up.

- Sylvia Plath.

18.8.05

El cansancio de dos, la alegría de dos, la sed, la escasez de armas para dos (que en realidad no lo son: esto nunca sucede con sólo un par). Éste tenerte tan cerca que mis surcos se han vuelto más tuyos que míos. Más de ustedes que nuestros.

16.8.05

Decir de lo que es:
mentir.

-Ricardo Solís.

15.8.05

tú y tus fotos.

Me acuesto y abro un libro (abro en realidad a la mujer que está dentro, a la hija perdida en una ciudad que es el centro, abro en realidad el misterio indescifrable que es un buen libro). Entonces vienes con un álbum bajo el brazo y la sonrisa tibia; te sientas al borde, a un lado mío.
A cada foto un recuerdo: dijiste que esa de pequeña, con el vestido largo, la tomaron justo después de que terminaste de comer una sandía (no te creí que fuera una entera), que traías puesta la blusa que te cosió la abuela y siempre olía a manzana, cosa curiosa: esta sí te la creo.
Tú y tus fotos me dan miedo. De verdad. No sé por qué te ríes cuando te lo digo, no sé por qué nunca preguntas la razón, pero es esta: te pareces tanto a mí, al estar de pie te recargas siempre al lado izquierdo e inclinas la cabeza hacia el derecho, pronuncio igual que tú, a veces hasta nuestras palabras se sincronizan... que me siento una copia al carbón, una repetición absurda, y soy peor que una copia porque no me basta saberme tal; lo que más me asusta es pensar que soy tu continuación y para leerme a mí tendremos que dejar de verte a ti, voltear la página. Y yo no quiero leerme. Yo no quiero dejar de verte.

11.8.05

love and accidents.

There was love I meant
there were accidents
so tell me which is which.
-Bright eyes.


¿Cierras la puerta?, me pides. Miro la duela que era polvo, el tragaluz que siempre quisimos, la pared marfil (cómo discutimos porque tú la querías beige y yo marfil), la sala que recibe igual que nuestros brazos a los amigos; la cocina que después de esfuerzos, quemadas, impaciencia y mucha resignación, al fin utilizo.
El pasillo guía, sobre él una que otra caída, algunos besos, muchos diálogos cortos y olvidos. Al fondo vislumbro la puerta de nuestra habitación, lo que ha pasado ahí: los pleitos, las noches sin sueño (unas exquisitas, otras insoportables), la ventana que encuadra perfecto tu rostro por las mañanas; el cansancio de tu lámpara por la madrugada mientras lees a Baudeliare y yo pregunto si podrías hacerlo en voz alta para acompañarte, las cortinas que solapan nuestros secretos... En un instante todo. Cierro los ojos y la puerta: tantas historias, tanto tiempo, éste deshacernos y ensamblarnos el uno al otro. Éste lío en que nos metimos, Samuel, éste accidente que somos tú y yo, y que de pronto se me vuelve irresistible.

9.8.05

algunos.

Los que se echan de menos son algunos tes.

7.8.05

las manchas

La lluvia no nos hizo postergar las fotografías que se habían planeado para hoy. Así que ahí estuvimos: ella tras el lente y yo expuesta.
A ver, Paloma, baja el mentón, mira a la cámara... no, no, mejor así como estabas, viendo lo que sea que estabas viendo, no te muevas. Yo lo que estaba haciendo era mirar la esquina del bulevar por el que varias veces caminamos, imaginando que tal vez de tanto desearlo aparecerías ahí: riéndote de mis dientes manchados de labial rojo, o de la mancha que me salió en el cuello por el calor; o de la gran mancha que te has vuelto y por más que talle y ponga detergente y cloro y moje y vuelva a mojar, y le llame a mamá para preguntarle algún remedio casero, no se deja: no la puedo borrar.

6.8.05

la misma soledad, la no mentida;
y este largo destino de mirarse las manos hasta envejecer.

- Olga Orozco.

a él sí

A través de la ventana el día se pintaba de un azul índigo que jamás había visto. En los pequeños cristales del candelabro se reflejaba ese tono, parecía que tenía gotas de la misma pintura suspendidas en el techo, un agua de mar que no pierde el color al separarse del océano entero, las gotas de rimel azul que caen cuando mi hermana llora, o que el cristal milagrosamente se había convertido en zafiro.
El candelabro simulaba cosas tan bellas esta tarde que me daba miedo voltear a otro lado y que mi falta de atención aniquilara sus parecidos.
Esta vez yo no tuve la culpa, el sol desistió: un disparo de acuarela oscura. El tiempo no voltea a otro lado, está siempre atento; la diferencia es que a él su mirada sí le sirve de algo.

esta noche quiero...

--entre tantas otras cosas--, que la luna se congele así: simulando el borde de tu oreja.

5.8.05

reflejos

Al principio me pareció que estabas más loco de lo que creí: viéndote pegar pedazos de varios espejos, lugares diminutos de reflejos: un cuadrado hecho de retazos, centrado en la puerta (la parte que queda dentro).
Sí, Samuel, generalmente me alarmas, pero no creo que eso sea tan malo.
Cuando acabaste de pegar los fragmentos a esa parte de la puerta, notaste que estaba extrañada (soy mala disimulando, no importa cuantas veces lo intente), es para quebrar el momento que estemos viviendo: para acordarnos de la pieza que rompimos dos que de antemano estamos rotos, me dijiste.

4.8.05

Feliz cumpleaños, comandante.

2.8.05


After doing all these shows, I've become burnt out with trying to have some kind of personal presence in the work. Because I'm not my art. It's not the form and it's not the shape, not the way these things function that's being put into question. What is being put into question is me. I made "Untitled" (Placebo) because I needed to make it. There was no other consideration involved except that I wanted to make art work that could disappear, that never existed, and it was a metaphor for when Ross was dying. So it was a metaphor that I would abandon this work before this work abandoned me. I'm going to destroy it before it destroys me. That was my little amount of power when it came to this work. I didn't want it to last, because then it couldn't hurt me. From the very beginning it was not even there - I made something that doesn't exist. I control the pain. That's really what it is. That's one of the parts of this work. Of course, it has to do with all the bullshit of seduction and the art of authenticity. I know that stuff, but on the other side, it has a personal level that is very real. It's not about being a con artist. It's also about excess, about the excess of pleasure It's like a child who wants a landscape of candies. First and foremost it's about Ross. Then I wanted to please myself and then everybody.

- Felix Gonzalez-Torres.

bodies