27.6.05

herencia.

Esfuma el antojo de cigarros cuando cumpla veinte. Cuelga en otro clóset el Valentino que piensas heredarme para la gala. Deja de copiar mi postura. Grita cuando llegue la parte de "si alguien se opone": ahórrame los años de preparación para un divorcio. Dile a la abuela que se aparezca en la escalera. Canta algo que no sea el bolero en que pienso. Dime que no me parezco a ti, que nuestros gestos no son los mismos; desaparece tus fotografías. Pide que calle cuando mi boca diga igual frase que la tuya. No veas con esos ojos cansados, no empañes la vista cada que diga su nombre. Lacia tu cabello, deja de craquelar paredes. Borra el lunar de tu espalda, haz como que permites a mi historia deslindarse de la tuya.
De paso rompe el espejo: tendremos a quién echarle la culpa.

26.6.05

es bonita.

Ella en verdad es bonita. Pasa horas en el gimnasio, lacia su cabello, se pone el vestido strapless y se maquilla para darse cuenta: se esconde un poco para notarlo.
Yo la prefiero recién bañada, buscando sus lentes por toda la casa, hablando de su muñeca con la pequeña. La prefiero en mezclilla con un agujero en el muslo, su camiseta vieja y la risa siempre contagiosa; quejándose de esto y aquello (nunca tanto como yo): de ser sangronas le hechamos la culpa al Art now, a las maestras de kinder que nos enseñaron a leer antes de tiempo, al Solís, a las curitas que no sirvieron.
Me gusta cuando dice que le da miedo caminar por la noche, cuando me cuenta sus sueños. Luce bella al darme un beso en la mejilla y sonreímos: adivinamos que antes de vernos ya nos habíamos conocido.

24.6.05

en casa ese día.

Quiero que el mantel de la mesa esconda lo que hemos dejado a medias y los pies no choquen con lo que cayó al suelo
(partes de nosotros, piel escarapelada;
lo que nunca vimos del otro lado y cortamos con tijeras precisas, aún sin darnos cuenta)
Sabré poner la mesa elegantemente, con cubierto y vaso para cada platillo: lo único en que mamá no ha desistido al enseñarme.
Serviré vino en dos copas, no habrá música; me pondré el vestido guinda que me diste en mi cumpleaños. En mi mente mis dedos pasando por tus pestañas.
Despertaré en el sillón de la sala, acostada, con la puerta abierta. Esperándote. El día después de que te vayas.

21.6.05

labios que también son cartas.

Firmas, sobres: nuestros labios bajo el mismo buzón al que llegaban tus palabras.

19.6.05

asíntotas

Tú mujer y yo hombre, no hacemos otra cosa que mirarnos. Que es también escucharnos. Que es, sobre todo, acercarnos.
Esto es, bien diría Macario, un hallazgo asintótico: estás tan cerca, la escasa distancia hace que mi piel casi sienta un roce; seguimos creyendo. Pero esa visión, ese presagio es infinito e imposible. Nunca llegarás a mí.

14.6.05

escuchar con todo el cuerpo.

Estoy escuchando música con todo el cuerpo. No hay nadie en casa así que puedo vestirme como siempre que no hay nadie en casa (o más bien, casi desvestirme).

Están los Blood Brothers y la línea que repito no sé cuántas veces and the sun hit her body like an ugly landscape. En otra ocasión pensaría en los rayos que nos golpean, en el cuerpo de esa Ella que también soy yo y en el saber que is dangerous to be so intimate y acordarme e inventar detalles, cambiarle la cara, los diálogos, la voz... pero no, ahora la escucho con mis brazos, con mi boca y mi cadera. No puedo pensar. No quiero pensar. La canción termina en la punta de la montaña rusa que es en sí misma.

I'm so happy 'cause today i've found my friends; sí, la mayoría están en mi cabeza, y sí, soy tan fea pero está bien... y el grito de Kurt y la calma al siguiente segundo. Brinco y mi cabello se viene a los ojos, se mueve de arriba a abajo, a los lados; cierro los ojos sin darme cuenta, grito tan fuerte que no me oigo.

Hey! there must be a devil between us, y en mi espalda una serpiente moviéndose, estirándose y contrayéndose, en ella confirmo que en verdad we are chained como ésta música a mi cuerpo y tus discos a mis libros. Lo confirmo después. Ahora no, ahora no hago sino sentirlo en cada vibración de cuerdas, en el golpe que dan las baquetas.

Aun este repertorio no estaría completo sin Just a girl, porque con mi estupidez aparece el listón de repente y éstas ganas de quitarlo, de no tener el corazón a la par que los ojos cubiertos, amordazado. Y en la voz de Gwen propicia, con ese toque de reproche juguetón y a la vez intenso. Mis dedos moviéndose sobre el abdomen, bajando, para volver luego a abrir las manos y ponerlas sobre los labios, con los ojos bien abiertos, como no dudo que deberían permanecer.

Pasa Ely diciéndome que son las diez de la mañana y yo muevo los hombros para sacudirme la pereza que a uno le llega a esas horas; luego Kinky(azares del destino) preguntando qué canción prefiero; y al rato mis piernas y los círculos con la cintura le dicen a Moving units que por supuesto: estoy disponible.

Las curvas que dibujan en el aire mis brazos pidiendo que The killers me maten ahora, que acaben con lo que está bajo el arma. Los Scissor sisters cortando mi respiración. Dead disco en ese momento no fue cierta, en ese momento la voz de ella cerrándose en un "lala lala la..." hizo que todo volviera a estar vivo, que todo naciera de nuevo, deshecho.

Tocan el timbre: apago las bocinas, me pongo el pantalón y recojo mi cabello. Definitivamente, debería bailar más seguido.

12.6.05

Ayer visité los jardines secretos de Mogador.

11.6.05

Esta tarde las repeticiones de paz, me mataron.

10.6.05

saber

- Oye, abue, ¿es cierto que todos sabemos a algo?
- Sí.
- ¿A qué sabía la abuela?
- A piña. Y dejaba la misma sensación que esa fruta en el paladar.
- Pero ¿cómo que a piña, abue?, ¿cómo puede alguien saber a fruta?
- No sé, mijo, a lo mejor era por el labial que se ponía... aunque en ese entonces no tenían sabor, como dice tu hermana que tienen los suyos. La verdad todavía no me lo explico, ni siquiera le gustaba a ella la piña. Debí preguntarle... no, mejor no, qué bueno que no lo hice, hubiera perdido el encanto.

(...)

- ¿Y todas las mujeres saben así?
- Tampoco sé eso. A lo mejor basta con decirte que de las que yo probé ella era la única que tenía ese sabor.
- Mmh... no me convences.
- Eso no importa, después lo entenderás. Bueno, no lo entenderás, lo sabrás, te sabrá y nada más.

9.6.05

recordar (y caer)

Todos se acuerdan, nos acordamos; quizá, efectivamente, sea inevitable hacerlo -y serlo.
El barandal no tiene utilidad, de igual manera caeré. Antes o después, o ahora: sucederá.
Sola, juntos, casi separados; eso es lo de menos, aquí dentro sé que pasará.
Aquí donde tus palabras atan mis brazos, acomodándolos alrededor de donde debiera estar tu torso. El lugar donde el silencio además de seducir reduce, nos hace vernos pequeños ante el otro: como somos, como hemos sido siempre, a veces sin (querer) darnos cuenta.
Una línea aún indefinida de tu voz llegará a mi oído y sonreiré. Y caeré.

5.6.05

se leen

En las líneas de mi mano se leen tus pasos.

4.6.05

wine

Maya: I- I like to think about the life of wine. How it's a living thing. I like to think about what was going on the year the grapes were growing; how the sun was shining; if it rained. I like to think about all the people who tended and picked the grapes. And if it's an old wine, how many of them must be dead by now. I like how wine continues to evolve, like if I opened a bottle of wine today it would taste different than if I'd opened it on any other day, because a bottle of wine is actually alive. And it's constantly evolving and gaining complexity. That is, until it peaks, like your '61. And then it begins its steady, inevitable decline. And it tastes so fucking good.*



*Sideways, based on Rex Pickett's novel, screenplay by Alexander Payne.

bodies