27.6.10

ayer di veintemil vueltas en el aeropuerto, mi p estaba en otra terminal, no traíamos cel, cargué mi maleta (cuando agarré camión a tijuana, un tipo salió de sabedónde para ayudarme y me dijo "pues qué le echaste, un muertito?",  "peor, adentro van dos meses") de 20 kg. agarré bus a la otra terminal, y nos vimos. pinche paola me trajo en chinga desde que llegué: taxi, aventar maletas, metro metro metro, depa de los de allá, el abrazote del tomás, cheve, caminar caminar, metro metro metro, caminar, otro depa donde conocí a un amante de los del puerto, cheve cheve (la índio está baratísima y la venden en doce!, así como tecate, qué bonito). fondita platicadora con el tomás, una quesadilla enorme y un sope riquísimo con salsa de cacahuate, donde un argentino cenaba y antes de irse dijo "sí, se pone bueno ahí en el zócalo... pero no, no soy pendejo, se me sale gritar un gol y no salgo de ashí". pensar que me toca el mundial en el df. taxi, centro, caminar, abrirse paso entre multitudes, sudar terriblemente, una puta me saca plática de escusado a escusado, un show de un tipo en traje de kill bill. los brincos, bailar, cantar, caminar, platicar las derrotas de vuelta al cuarto. nunca había podido dormir con tanto ruido.
no salgas morra, por lo menos no tempra, está de la madre el centro: que chingue a su madre el fut, yo me voy a ver museos. hace un domingo soleado en la capital, aunque usted no lo crea.

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