Tenía cita a las dos con la dentista. Siempre tengo cita con la dentista, siempre mis dientes tienen algo y está de más decir que probablemente sean irreparables. No había gente esperando así que pasé al sillón, me recosté.
El problema ya había sido identificado: tenían que sacarme la muela del juicio (hubieran sacado no nadamás la muela sino también el juicio, pero en fin, "unas cosas por otras").
Boca abierta, algodón sabor a fresa, jeringa inmensa. A veces adoro la anestesia, en verdad.
En cuanto vi la jeringa cerré los ojos: no quise saber lo que seguía (sí podía verlo, la doctora usa lentes).
No sé en qué estación estaba la radio pero cómo la aborrecí: empezó Hoy mi deber y una lagrimita corrió a media canción.
- ¿Te duele?
- Poquito.
Sí. Me duele, dolor chiquito: nada que tu después no pueda remediar.
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- Desperté a medio díate busqué en cada rincón de la...
- no coward soul is mine*
- fragmento.
- Silvio, la dentista, yo y un poco tú.
- ¿Cómo se llama cuando no hay diferencia entre esta...
- Dime.
- And instead of saying all of your goodbyes - let t...
- Se me fue el sueño
- ¿Qué te pasó?
- decirte
- Poner la mesa para cuatro nunca dolió tanto como hoy.
- ve
- La palma de la mano ya no condena, apenas se recue...
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