1. Delinear tu cuerpo al lado derecho de la cama. Así, cuando me levante, sabré que de alguna manera estuviste aquí, aunque no lo recuerde.
2. Jugar con Lunes a las escondidas. Lo pondré a contar hasta cien, no me encontrará y Domingo estará siempre aquí.
3. Leer más a Huidobro. Aparecerás y apareceré, en cualquier momento, en alguna palabra.
4. Hablar con la luz, decirle que te haga olvidar la razón. La buscarás perennemente y, sin darte cuenta, el tiempo se te irá, conmigo.
5. No dejar de cantar con los ojos cerrados. Cuando deje de hacerlo no quedará nada de mí.
6. Que la puerta se quede emparejada. Para que puedas abrirla y regresar, o irte cuando un cristal nos divida.
7. Dejar que te vayas. Pero no que te lleves lo que hay en mí de ti.