Lo ves. Sientes. Sabes.
Te niegas.
Te gusta vivir en pasado. Es una maldición que ni tú misma (o al menos eso quieres creer), puedes quitarte.
Te niegas.
Te gusta vivir en pasado. Es una maldición que ni tú misma (o al menos eso quieres creer), puedes quitarte.