24.8.07

Un recuerdo lejano, casi ajeno, el reloj a toda velocidad. El pasado era un pantalón deslavado, roto, que sigo usando. Los ojos entreabiertos, el letargo. No tenía nada que perder, quedaba perderme, so I did.
Las venas ríos, el mar el corazón: un monstruo. El cuerpo una alerta infinita. Yo no sabía el lugar, él me arrastraba, me azotaba, me quería, me llamaba a mí. Supe entonces, en los huesos, el desconcierto, en la niebla que ilumina. Esto es Anclar Donde No Imaginamos Jamás.

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