29.8.06
me gustaría que cuando me batearan,
me dijeran algo así:
tú eres como una comida italiana muy rica, pero uno sabe que no va a comer en todo lo que resta del día.
-La P.
sencillo, certero y divertido. hasta me dejarían una risita.
tú eres como una comida italiana muy rica, pero uno sabe que no va a comer en todo lo que resta del día.
-La P.
sencillo, certero y divertido. hasta me dejarían una risita.
28.8.06
Hoy que cambié de cd y vi el sol de frente me di cuenta de que esta rutina empezó hace una semana: Me levanto a las 6:30 para llevar a la hermana a la parada de camión, le digo cuídate, que te vaya bien, cocino para las tres, voy a pagar el agua, la luz, el teléfono, el cable todavía no toca... llevo a mamá a donde tenga que (ahora que digo mamá me siento un tanto así, pero prefiero no percatarme muy seguido), ayer armé un escritorio, este mes he dicho te quiero más veces, en suma, que en toda mi vida.
A veces me siento como la Cristina en el final de temporada, y digo damn it, pero siempre hay alguien que dice gracias*. Sigo estando perdida, sigo sin entender demasiadas cosas, pero eso precisamente, ahora me parece maravilloso.
Ah, y leo con gusto La casa en mango street. Supongo que todo se resume a decir que I'm such a softie now.
*Cristina: Hey! We stick together, we all did this. Nobody's a victim. We stick together. [Surprised looks from everyone] Dammit.
Izzie: Thank you.
Cristina: You're welcome.
A veces me siento como la Cristina en el final de temporada, y digo damn it, pero siempre hay alguien que dice gracias*. Sigo estando perdida, sigo sin entender demasiadas cosas, pero eso precisamente, ahora me parece maravilloso.
Ah, y leo con gusto La casa en mango street. Supongo que todo se resume a decir que I'm such a softie now.
*Cristina: Hey! We stick together, we all did this. Nobody's a victim. We stick together. [Surprised looks from everyone] Dammit.
Izzie: Thank you.
Cristina: You're welcome.
27.8.06
20.8.06
La tía Elisa.
Le pusieron Elisa, igual que a mí, por la abuela. Todos hablaban de ella, aunque la mayoría del tiempo lo pasaba desaparecida. A sus cuarenta usaba los mismos pantalones que a los veinte: ajustado, a la cadera, y blusas escotadas. Evitaba el cabello despeinado con limón, siempre olía a eso.
Fue la única que respondió sin titubear, me voy contigo, Paloma. Lo más complejo se soluciona con frases ridículamente sencillas.
La escuché cantar boleros todos los días durante un año, cuando mapeaba. Me contó del hombre que la dejó con dos hijos, una ciudad inmensa y desconocida y toda la juventud deshecha. Me dijo del que llegó tres años después, que nunca estuvo con ella pero tampoco la dejó sola: el que la ha acompañado a ratos, hasta ahora. Me contó de cuando fue pollera, de cuando traía pescado del sur, de lo tanto que disfrutaba desprenderse. De las cosas que nunca fueron sus cosas.
Se fue por lo que se van todos: algo qué ver con mi padre o con mi hermana. En cinco años nadie supo en absoluto de ella. Nunca nos despedimos. Hasta ayer, por la noche, en la línea se borró una línea. La reconocí por sus manos. Le toqué el hombro y al verme su rostro era idéntico al de la última vez. Soy Paloma, hija de Paloma tu prima. Y así fue. Ahí fue.
Fue la única que respondió sin titubear, me voy contigo, Paloma. Lo más complejo se soluciona con frases ridículamente sencillas.
La escuché cantar boleros todos los días durante un año, cuando mapeaba. Me contó del hombre que la dejó con dos hijos, una ciudad inmensa y desconocida y toda la juventud deshecha. Me dijo del que llegó tres años después, que nunca estuvo con ella pero tampoco la dejó sola: el que la ha acompañado a ratos, hasta ahora. Me contó de cuando fue pollera, de cuando traía pescado del sur, de lo tanto que disfrutaba desprenderse. De las cosas que nunca fueron sus cosas.
Se fue por lo que se van todos: algo qué ver con mi padre o con mi hermana. En cinco años nadie supo en absoluto de ella. Nunca nos despedimos. Hasta ayer, por la noche, en la línea se borró una línea. La reconocí por sus manos. Le toqué el hombro y al verme su rostro era idéntico al de la última vez. Soy Paloma, hija de Paloma tu prima. Y así fue. Ahí fue.
19.8.06
18.8.06
Lo que viene.
Mamá está decidida. Y una ve las bailarinas rotas de nuevo, hombres cargando muebles, adióses por todos lados. Escucha: con cuidado por favor, no sabe cuánto costó eso, el último cerrar de la puerta, las llaves chocando unas con otras. El abrazo de los amigos en tierra firme, la exageración de las palabras. Y de algún modo, la partida no me suena a terrible, a dejar el hogar, no me suena tampoco a volver al hogar... parece más bien una nueva diáspora: me suena a inevitable.
Mamá se acomoda en el sofá, supongo que imagina una nueva vida, quizá más conveniente, algo tranquila. Yo me pregunto cuántas formas de irse habrá.
Mamá se acomoda en el sofá, supongo que imagina una nueva vida, quizá más conveniente, algo tranquila. Yo me pregunto cuántas formas de irse habrá.
17.8.06
15.8.06
El día que volví a donde nunca me fui.
El hombre sombra apareció en la luz. Me asió, como si yo no fuera nada distinto a su mano, a su corazón. Él estuvo antes aquí, y me cobijé en otros soles para no saberlo; sin embargo, ahora se hace tan mío: zona de guerra envolviéndome en su tiroteo.
El hombre sombra pasa conmigo el mar, las voces; me entrega en la ciudad que es cuerpo, ciudad que me engasta en él y a él conmigo.
El hombre sombra pasa conmigo el mar, las voces; me entrega en la ciudad que es cuerpo, ciudad que me engasta en él y a él conmigo.
14.8.06
Uno sabe
(llámese presentimiento, llámese casualidad, llámense tonterías, llámese creencia absurda en lo sobrenatural), aunque no sepa, uno siempre sabe.
Uno los escoge y ellos lo escogen a uno. Me abren sus puertas como si llevara toda la vida allí, vienen a deshoras para sacarme de la casa abandonada: a consolar, como ninguna otra cosa.
Uno toma mi mano y me abraza, la otra dice date un baño para calmarte y duerme conmigo en un piso que supera la comodidad de cualquier cama y, por esa noche, la de cualquier cuerpo.
La una se levanta temprano, acomoda la bata que la acompañará al menos los siguientes ocho años; el otro se va, tal vez sueña con el viaje que se le ve en los ojos, el viaje que nos lo devuelve contento, fresco. Y así, cada quién hace lo suyo, pero está siempre cerca.
Los amigos son la familia.
Uno toma mi mano y me abraza, la otra dice date un baño para calmarte y duerme conmigo en un piso que supera la comodidad de cualquier cama y, por esa noche, la de cualquier cuerpo.
La una se levanta temprano, acomoda la bata que la acompañará al menos los siguientes ocho años; el otro se va, tal vez sueña con el viaje que se le ve en los ojos, el viaje que nos lo devuelve contento, fresco. Y así, cada quién hace lo suyo, pero está siempre cerca.
Los amigos son la familia.
13.8.06
11.8.06
las palabras resecan los labios. quien se va no es el mismo que vuelve. (¿y que vuelve a dónde, a qué?). una mosca recorre la ventana impaciente, el cristal se cansa de ser cristal, los ojos resisten la lluvia de dos mujeres.
viernes tiene facciones afiladas, invita. que una capa menos dolerá, pero hay que aprender a desnudarse.
viernes tiene facciones afiladas, invita. que una capa menos dolerá, pero hay que aprender a desnudarse.
9.8.06
Grosella negra, de eso es la mermelada que guardo, a las 6 am, en el refrigerador de mi casa abandonada. Creo que tiene eco; por la tarde estuve segura de escuchar pasos, de repente me sorprendo esperando que mamá toque la puerta de mi cuarto, escuchar desde la regadera el pásame una toalla habitual de la hermana. Puede que no le baste a este lugar, piense que son las tres o no es ninguna. O más bien sea yo, negándome a aceptar que nos extraño.
8.8.06
Somedays
...aren't yours at all
they come and go
as if they're someone else's days
they come and leave you behind someone else's face
and it's harsher than yours
and colder than yours.
-Regina Spektor.
they come and go
as if they're someone else's days
they come and leave you behind someone else's face
and it's harsher than yours
and colder than yours.
-Regina Spektor.
6.8.06
Hay que caer
Hay que caer y no se puede elegir dónde.
Pero hay cierta forma del viento en los cabellos,
cierta pausa del golpe,
cierta esquina del brazo
que podemos torcer mientras caemos.
- De 17-I, Poesía vertical, Roberto Juarroz.
Pero hay cierta forma del viento en los cabellos,
cierta pausa del golpe,
cierta esquina del brazo
que podemos torcer mientras caemos.
- De 17-I, Poesía vertical, Roberto Juarroz.
4.8.06
No sé si haya noticias.
Estoy triste, cansada, perdida. Pero yo siempre estoy triste y cansada y perdida.
A punto de irme.
Escribí una despedida. Iba a nombrar lo que pasó, repetir los nombres de quienes pasaron. Decido borrarlo todo, soy pésima para esas cosas. Yo sé, ellos saben. Lo que diga está de más.
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- -Abraham Palafox.
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- Dándote la espalda pienso que duele irse, así. Con...
- A punto de irme.
- Feliz cumpleaños, comandante.
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