21.10.07

los árboles, los perros, se mueven en cámara lenta porque van contra él, la piel se siente seca, da más sed. este viento de santa ana me pone triste enfadada nostálgica, no se de qué o por qué.
creí que ayer había acabado temprano, a las 9 ya estaba con los ojos cerrados pero desperté a la 1.37 (el reloj de frente) empapada gracias a una lluvia de sapos amarillos que se pudrían en la casa abandonada; mis sueños son raros, siempre. ya no pude dormir, la oscuridad se me fue pensando en que ahora estoy tranquila pero quiero otras cosas, en algún momento me atreví a decir Yo estoy hecha para más. pero, ¿qué es más?
a las 6 sacudí las sábanas y bajé a leer un poco, me acurruqué en el sillón, dos horas de sueño: un hotel en la costa, el mar brillante, de repente entraba en una abertura en la pared (algo parecido a un tunel) donde encontraba una cajita y dentro una llave, la cerradura estaba en el techo de ese tunel, la metía, le daba vuelta y el techo desaparecía. puro cielo. nublado, como me gusta.
deperté rara, me serví un cereal, prendí la tele sólo para que hubiera ruido, bajé el cesto de ropa sucia (no he lavado en más de un mes, mi política es no lavar hasta que me queden únicamente dos calzones, alguien me dijo Pues cómo tienes calzones), separo: blanca, oscura, color. echo la primer tanda, los calcetines al fregadero. tallo, y no sé por qué, lloro. soy una ridícula. tallo, y pienso en todo y pienso en nada. y nada me duele, pero me duele todo.
la culpa la tiene este viento. hijo de la chingada.

bodies