14.4.11

hasta mi habitación llega la voz de un locutor narrando el juego de beisbol que hay en el estadio. justo ahora alguien pegó un doble.
una de las personas más brillantes, cínicas y, por lo mismo, más miserables que conozco, me dijo un sábado (o ya no recuerdo si eran los domingos cuando iba al único taller que me sirvió de algo): con esto quisiste pegar un homerun y en poesía eso no funciona, busca el toque.
nunca lo había pensado así, pero ahora creo que el toque es de las jugadas más nobles e inteligentes. es una manera que provoca al equipo en la defensiva a abandonar sus lugares (menos los filders, claro), que deje de cuidar sus bases y se acerque más al home. generalmente es un sacrificio para que alguien robe base. por supuesto, es bastante difícil lograrlo.

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