6.7.10

Luego de un desvelo con capuccino y madrugar, chamba intensa, caminar por el centro y darme cuenta de que en el df tampoco han visto piernas en su vida... me disponía, resignada pero cooperativa, a dormir. El Tomás lo impidió, los doctores nos rechazaron, agarramos el metro, corrimos en una calle de paraguas (protegidos por uno medio roto, un paraguas con goteras, los objetos se nos parecen) y llegamos a un bar punk, donde las botanas tienen nombres como "dedos de zombie" o "ensalada bowie", funny stuff. Nos sentamos empapados y vimos el aguacero.

bodies