Galería

El lugar es el mismo de siempre, al que ibamos cuando preferíamos vestirnos de negro y a los "rebeldes sin causa" (creo que ante este último grupo nunca dejaremos de mostrar flaqueza), ya no tiene focos de colores pero sí las paredes escarapeladas y la barra. Existe un tipo de comodidad en reconocer rostros, aunque nunca hayamos hablado, o aunque hayamos dejado de hablarnos. ¿Y eso que veniste?, me preguntan, la verdad es que no lo sé.
Bailo a ojos cerrados, para dejar/dejarme/dejarlos. Bailo sola. Siempre me ha dado risa la manera en que los hombres se mueven cuando una mujer les echa el cuerpo encima... siento que en realidad no saben qué hacer; tratan de imitar los círculos de las caderas, o de abarcarlas con las manos y acercarlas más, yo tampoco sé bien qué es lo que creen que hacen, pero eso prueba que al menos para no vernos ridículos deberíamos guiarnos por los instintos.
Me enfado y le digo a mi amiga que nos vayamos. En la puerta nos bloquean, que no, que la policía está afuera y nadie puede salir. El ambiente policíaco. Pero si ya nos vamos, no volveremos, le insisto. Hasta que dé la hora puedo dejarte salir, me contesta; así que nos quedamos. Me siento en un escritorio de madera que han dejado junto a la barra, me cuentan que T va a casarse pronto, le hago señas, le digo que venga para confirmarlo y, efectivamente, la mujer me enseña su anillo, y se casa, pronto se casa. Y no, no me pregunto qué estoy haciendo con mi vida, no me pongo a pensar en que debería tener un plan de vida, tampoco me reclamo a mí misma la falta de compromiso con todo, la inconstancia... no, nada de eso, de mi boca sólo el Ya estamos viejos.
Dejo a mi amiga y manejo a casa. De esta ciudad me siento lejos, pero nunca me ha parecido extraña.
Entro a la cocina, caliento agua, tomo un sleepy time, y me acuerdo de la exposición de O donde enseguida de cada foto colgaba una bolsa de té con el título, en ese entonces había visto a O sólo un par de veces, sin embargo, al ver eso me imaginé abrazándolo, me pareció un detalle quizá minúsculo pero tan tan bello. (Sonrío). Hace mucho que no veo algo que me provoque imaginarme abrazando al artista. Hace mucho que no veo algo que me provoque, a secas.