17.10.07

Eso, aquello, aquél.

Eso de evitar la mafia, de estacionarse en media carretera para ver un atardecer, eso de sentarse frente a un lago donde los colores brillan, de perseguir con la mirada olas diminutas que en algún momento (lo juro) se extinguen, eso de ¿Cuántas olas para derribar un muro?, eso de la soledad y de abrazarla y de no estar sola.
Eso de rehusarse a descender porque las cosas significan más que ellas, porque para bajar un acantilado se necesita ser libre y necesito tiempo, quitar nudos, mover piezas.
Aquello de emerger, del cambio de piel, de no-sé-quién-soy-y-me-gusta-no-saber. Aquello de que los días se vuelvan segundos, del deseo.
Y Aquél.

bodies