14.8.06

Uno los escoge y ellos lo escogen a uno. Me abren sus puertas como si llevara toda la vida allí, vienen a deshoras para sacarme de la casa abandonada: a consolar, como ninguna otra cosa.
Uno toma mi mano y me abraza, la otra dice date un baño para calmarte y duerme conmigo en un piso que supera la comodidad de cualquier cama y, por esa noche, la de cualquier cuerpo.
La una se levanta temprano, acomoda la bata que la acompañará al menos los siguientes ocho años; el otro se va, tal vez sueña con el viaje que se le ve en los ojos, el viaje que nos lo devuelve contento, fresco. Y así, cada quién hace lo suyo, pero está siempre cerca.
Los amigos son la familia.

bodies